{{ Mi CoLaBoRacioN }}

Hola a todos los que paseis por aqui, de ante mano gracias, por dedicar unos minutos a leer este blog, que por cierto es para todos los capacitados que tenga algo que decir o colaborar con alguna cosa.
Yo soy Mary, y para que esto valla tomando cuerpo y color quiero colaborar, dejando una historia, es un relato real, y creo que nos deja claro que muchas veces los "normales"por llamarles de alguna manera son mucho mas capacitados que todo nosotros juntos, espero que os guste.


                                     LA MAESTRA

Cuando le soltaron de la mano, otra mano la cogió y la puso en una fila, a continuación detrás de ella había mas niñas y niños, Marta estaba asustada, miraba todo a su alrededor con los ojos casi llorosos, era su primer día de escuela, era una niña “diferente” a todos los demás y eso lo sabia, siempre que iba con su abuela a visitar a algunas amigas de esta salia la misma conversación:

-Es muy guapa tu nieta.

-para mi la mas guapa del mundo, pero la pobre …..

Se había pasado dos años durmiendo con una escayola ortopédica en la pierna derecha, al levantarse se la quitaban, así lograron reducir en gran medida, las secuelas que dejó en ella esa enfermedad que por aquel tiempo era tan frecuente en niños y muy poco conocida por las personas afectadas y sus familiares La Poliomielitis.

Por eso Marta sabia que nunca podría igualarse a las demás niñas, cualquiera de ellas valía mas que ella, y por eso su carácter era extrovertido, pero era alegre, y le gustaba estar con los demás niños.

Entraron en fila en la clase y se pusieron al rededor de la misma, todos hablaban y reían, era un alboroto, pero ella seguía calla , observándolo todo y con cierto temor a que le preguntaran algo y tuviera que contestar.

De repente se oyeron unos golpes en la mesa que hizo que todo se quedará en silencio,.

-haber, niños, empezando por aquí -señaló a mano izquierda- ir diciendo cada uno su nombre y apellido, para conoceros todos.

Empezaron uno por uno a presentarse todos los niños y niñas, cuando le tocó a ella, casi con un hilo de voz que apenas se escuchaba dijo:

-Marta

-Marta ¿que mas?

Con apenas apenas un susurro, logró balbucear sus apellidos, mientras algunos niños reían, les sonaba rara su voz.

-Hija que poco espíritu tienes-dijo la maestra recriminándole su timidez.

Siguieron las presentaciones, y hasta ahí todo bien, en un momento de la mañana le tocaba a ella salir de cara a todos para que la maestra le hiciera unas preguntas, pero esta cuando se dirijo a ella no la llamó como a los demás niños por su nombre

-haber, tú pavíta, -se quedó mirándola con una sonrisa y señalándola ,-si tu la pavita sal,

ella salió de cara a todos y vio como todos reían la graciosa ocurrencia con que la había definido la maestra, entre sollozos por verse tan ridiculizada por todos los niños contestó como pudo las preguntas que le hacia la maestra.

Y esa maestra y esas palabras”la pavita” le marcaron toda la vida a Marta, ya si que no cabía duda que no era como todos, esta maestra lo había dejado mas que claro, así que desde ese momento ya no tuvo nombre, sino apodo, y burlas, así pasaron sus años de parvulario, sintiéndose poco menos que un nomo del que burlarse, y muy en su fondo le tocó sufrir, pero jamas dijo nada en casa.

Al terminar el parvulario y comenzar los primeros cursos, aunque eran casi las mismas compañeras , algo empezó a cambiar, estas señoritas eran mas jóvenes y la llamaban por su nombre, y empezaron a pedirle mas opinión a ella, como si de pronto si empezara a existir, sus compañeras dejaron de llamarla pavita para llamarla por su nombre, y aunque aquella etapa la dejó marcada de por vida Marta lucho por salir adelante y como pudo se fue ganando el cariño y el respeto de sus profesoras y compañeras, también hizo buenas amigas de las de verdad, de las que siempre sacaban la cara por ella, pero también las había malas que seguían burlándose de ella.

La vida seguía su curso, y aunque tímida y acomplejada Marta salio adelante, y tuvo una juventud como cualquier adolescente.

Pero a Marta jamas se le olvido esta maestra y lo que había significado en su vida, esta “señora” tenia tres hijos y la mayor mas o menos de la edad de Marta era muy guapa y muy inteligente a Marta le caía bien, apesar de los sentimientos que tenia hacia su madre, estaba estudiando una buena carrera medicina, pero la fatalidad se cruzó en su camino, y yendo con su novio en el coche tuvo un terrible accidente, estuvo mucho tiempo en el hospital, las secuelas físicas se le curaron con el tiempo, pero ya no volvió a ser la de antes, una parte de su celebro quedó seriamente dañado y jamas lo recuperó, el novio lógicamente la dejó, y ella quedó al amparo de por vida de sus padres, y con sus facultades mentales mermadas, como una niña pequeña.

Cuando Marta supo la noticia, se apeno mucho por la fatal desdicha de la hija de la maestra, pero en el fondo de su corazón pensó que había sido un castigo de Dios hacia su madre, por haber sido tan cruel con ella, ahora le tocaría vivir a su hija lo que ella había vivido, y estaba segurísima que siendo carne de su carne, jamas la llamaría “pavita”, pero Marta creció valorando los sentimientos de los demás y en su interior pensaba que si hay un Dios justo este no lo pudo haber hecho por venganza, es cierto que esta madre sufriría muchísimo por su hija, pero también es cierto que ella es la que pagaría en gran medida esta injusticia y ella en eso no tenia culpa alguna, por eso cuando se dice esa frase “DIOS ES MUY JUSTO”, aquí no hizo justicia, y si la hizo pagaron justo por pecadores.

Marta en el fondo de su alma siente no haberle gritado a esta maestra a la cara “y ahora que”, pero ella no tiene maldad, y si le gustaría pedir perdón a esta chica, tal vez sin quererlo ella sea culpable en parte de está situación por el rencor que durante tantos años le guardaba a su madre, Pero jamas ará nada, esto quedara así hasta el fin de sus días.

A Marta lo que si le a quedado muy claro es que una persona y dos palabras pueden marcar toda una vida, y que en este caso marcó a dos personas.